miércoles, 23 de mayo de 2012

Una lección de superación de un Betta Splendens

Os voy a contar una pequeña historia sobre un bello ejemplar de Betta Splendens cuyo nombre común es Betta, Combatiente del Siam, etc.

Es un ejemplar de la variedad Crowntail (Cola de corona) que fue comprado hará ya unos meses de la conocida tienda de Valencia Nascapers en perfecto estado físico y de salud.

Este pez permaneció en un 60 litros en compañia de otros peces e invertebrados, como la Caridina Multidentata (antes Caridina Japonica) Hemmigramus Rodwayi y otros. Un buen dia en dicho acuario percibí que el Betta se habia enganchado en unas plantas de tallo, no se muy bien cómo, pero al acercarme a liberarlo me di cuenta de algo terrible. ¡Sus ojos ya no estaban!. Posiblemente fueron devorados por alguna de las Caridina Multidentata que estaban en el acuario, debido a que el Betta no podia liberarse y estaba indefenso. También le faltaba parte de una de las aletas ventrales. Creo que llegué a tiempo de que no fuera devorado por completo. El resto del pez no presentaba otras heridas o lesiones, y respiraba con normalidad, pero el hecho de comprobar que no tenia ojos, me hizo presagiar lo peor, pues ¿que puede hacer un pez sin ojos?, ya que no hablamos de un pez que pierda la visión al llegar a la edad adulta o que prescinda de los ojos, como por ejemplo el Tetra ciego.

Lo que hice fue limpiar una gran botella de refresco a fondo y corté gran parte de ella, conservando la base de la misma, y trasladé al pez a dicho lugar con agua del mismo acuario a la espera de que se recuperase de la inmovilidad a la que habia estado sometido. Posiblemente fueron más de unos dias pues había perdido peso y estaba delgado. 

A la mañana siguiente comprobé que seguia con vida, y probé a alimentarlo, pero obviamente un pez sin ojos, no podia ver el alimento y éste se iba al fondo sin que el pez pudiera comerlo. Lo intenté durante unas cuantas horas, hasta que poco a poco, empezó a comer algún gránulo que flotaba en la superficie. Al cabo de unas cuantas horas, tórpemente empezó a comer alguno de los que habían caido al fondo. El panorama seguia sin ser alentador. Pensando en que no sobreviviría bien en el 60 litros, lo pasé a mi acuario de concurso, un 40 litros brutos donde no tendría amenaza alguna, como última esperanza de que allí pudiera subsistir, aunque no daba ya crédito por él.

Cúan equivocado estaba. El resultado fue que este pez no solo ha sobrevivido, sino que ha ganado peso y se mueve libremente por el acuario pese a que, repito, no tiene ojos, es ciego, un Betta completamente ciego, pero eso no le impide nadar, esconderse por las plantas y salir de ellas con éxito y sobre todo, alimentarse.  Se ha acostumbrado a subir a la superficie en ciertas horas, y cuando le pongo la comida muy cerca de la boca, empieza a dar bocados a ciegas, pero consigue alimentarse. Gracias a ello lleva ya más de un mes así y no ha muerto, Sü aspecto ha mejorado y está recuperando su aleta ventral. De hecho, hay que fijarse para darse cuenta de que es un pez ciego, ya que su modo de moverse apenas delata tal cosa.

Esta es la historia de este pez superviviente y luchador. Luchador con todas sus letras pues donde otros peces podrian haberse rendido, éste no lo hizo y para mi tiene todo mi respeto y admiración. ¡Que lecciones pueden darnos a veces los seres más pequeños y en teoria insignificantes!

Un gran saludo a todos y en especial, a este magnífico pez.


Foto del Betta Splendens ciego en su estado actual. Todo un luchador y superviviente.



2 comentarios:

Elysa Castro dijo...

Increíble, emotivo, triste y admirable a la vez, una lucha por la vida y ejemplo que todos deberiamos tomar. Gracias por compartirlo. Un abrazo

Aru dijo...

No hay de que Elysa. Pienso que este pez necesitaba un homenaje. Que menos que una entrada en el blog. Lo admiro sinceramente.

Muchas gracias por tu comentario. Un gran abrazo.